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domingo, 2 de junio de 2013

fragmentos de La ignorancia es una noche sin luna y sin estrellas, Guido Maisuls para Cartas desde Israel

fragmentos de La ignorancia es una noche sin luna y sin estrellas, Guido Maisuls para Cartas desde Israel "La ignorancia es la noche de la mente: pero una noche sin luna y sin estrellas" Confucio. Filósofo chino. La realidad de los aborígenes judíos Hace mas de veinte siglos y en la Tierra de Israel, el pueblo judío habitaba pacíficamente en los territorios de la Galilea, en las alturas del Golán, en el oasis de Beer Sheva, en lo que es hoy la Franja de Gaza, en la Samaria y fundamentalmente en la Judea y sus antiguas ciudades de Jerusalem, Shjem, Jericho, Hebron y Bethlejem. Desde mucho antes de ese entonces eran el pueblo aborigen de estas tierras de Israel, eran los que muchos denominaron los judíos, hebreos, israelitas, israelíes o como más les plazca llamarlos. Para mayor precisión el término Judío en castellano o Yehudi en hebreo, se refiere actualmente a los descendientes de aquellos aborígenes que poblaban desde hace 3.500 años esta legendaria región. Fueron épocas de mucho desorden y perturbación, tiempos en que los judíos, que de por si era gente muy libre y rebelde cuando se les quería imponer yugos externos, se sublevaban valientemente contra las sucesivas dominaciones de los imperios de turno: Babilonia, Asiria, Persia, Grecia y Roma. Esta dramática historia concluye trágicamente con la destrucción de la ciudad de Jerusalem y su sagrado Templo, el genocidio de entre 500.000 y 1.000.000 de judíos, gran parte de la población fue esclavizada, exiliada y la religión judía prohibida por la potencia de turno, el Imperio Romano. Luego le cambiaron el nombre a Jesusalén que pasó a llamarse Aelia Capitolina y a la Judea se la denominó Siria Palestina. Les prohibieron a los judíos vivir en Aelia Capitolina e hicieron todo lo posible para evitarles completamente la práctica de su religión. Con las expulsiones y persecuciones masivas los judíos terminaron exiliados en todos los confines del Medio Oriente, de Europa y de África. Luego de la destrucción del Segundo Templo de Jerusalem y que los judíos fueron expulsados por los romanos; de los dos millones de judíos originales, permanecieron un millón que primero fueron presionados a convertirse al Cristianismo durante el Imperio Bizantino y luego en el año 1012 el califa Al-Hakim los obliga a convertirse al Islam a 500.000 de sus habitantes que aun se consideraban judíos. La realidad de Jesús de Nazareth En este contexto se desarrolló la vida de un judío llamado Jesús de Nazareth. El era uno de los numerosos descendientes de estos aborígenes judíos. Jesús era un judío nacido y educado en las tradiciones judías, que durante su educación leyó los escritos de los grandes sabios de su pueblo. Allí aprendió el primer mandamiento de Moisés "No tendrás más Dios que a Mí" y "Amarás a tu prójimo como a ti mismo". Jesús nació en el seno de una familia judía, vivió y predicó como un judío y hasta su muerte nunca se imaginó -ni siquiera en sueños- abandonar el judaísmo, nunca pensó que estaba creando una nueva religión.Siempre fuiste, sos y serás Yeshúa, el judío de Nazareth. ---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------fragmento.................................................... La realidad de los descendientes de los aborígenes judíos Los descendientes de los aborígenes judíos, no arribaron aquí, de ningún planeta lejano, no le robaron la tierra a ningún hipotético pueblo palestino, no fueron el invento de algunas mentes trasnochadas, no cometieron genocidios, ni discriminaron a las personas por ser diferentes, ni practicaron el apartheid y la xenofobia con nadie. Simplemente han retornado luego de 2000 años al mismo territorio de sus antecesores. Creen en los mismos valores de sus antepasados desde hace miles de años. Recibieron las mismas enseñanzas de Paz y de Justicia de sus profetas de todas las épocas. Se comunican con el mismo lenguaje hebreo que hablaban sus patriarcas y matriarcas.Sus corazones siguen latiendo entre los antiguos muros y las estrechas callejuelas de su amada ciudad de Jerusalem. Se siguen llamando con los mismos nombres de entonces: los hebreos, los judíos, el Pueblo de Israel. Ellos, los judíos siguen siendo los mismos aborígenes de antes, de ahora, de siempre y para siempre en su amada, eterna y aborigen Tierra de Israel. Dr. Guido Maisuls Buenos Aires, Argentina. "En una época de engaño universal, decir la verdad es un acto revolucionario" George Orwell. -- Publicado por Guido Maisuls para " Cartas desde Israel " el 5/30/2013 03:32:00 p.m. Haz clic aquí para Responder, Responder a todos